Hay un sinnúmero de maneras en que el Proyecto 2025 de Donald Trump lastimaría a los trabajadores estadounidenses.
Destruiría nuestra economía y sistema de salud, atacaría nuestros beneficios de la jubilación y silenciaría las voces de los trabajadores en sus lugares de trabajo. Este plan de 900 páginas para un posible segundo término de Trump traza un camino que transformaría al gobierno federal y le quitaría poder a la gente obrera.
Un nuevo análisis de EPI Action, una organización de defensa apartidista, calcula el costo para los trabajadores de una de las metas del Proyecto 2025: prohibir las uniones laborales en el sector público, es decir, uniones como AFSCME.
“Si dichos ataques tienen como resultado una reducción de tan sólo el 50% de los trabajadores públicos cubiertos por un convenio sindical, les costaría a los trabajadores estadounidenses más o menos $77 mil millones al año en salarios y beneficios perdidos, y el daño no estaría limitado a los trabajadores que pierden la cobertura sindical”, los autores del análisis concluyeron.
Para llegar a esa cifra, EPI Action se fijó en dos cosas. La primera fueron los trabajadores miembros de uniones laborales que se verían directamente afectados por una prohibición de las uniones en el sector público. Se trata de más de 3.9 millones de trabajadores que actualmente se benefician de los convenios que negocian a través de sus uniones. Si sus uniones dejaran de existir, perderían $37.9 mil millones en ingresos, según el análisis.
En segundo lugar, hay un efecto indirecto que sería igual de dañino. Los trabajadores sindicalizados, aquellos que sigan siendo miembros de una unión, experimentarían una reducción de sus salarios debido al creciente número de trabajadores no sindicalizados que los reemplazarían. El costo aproximado sería de $7.2 mil millones.
E incluso los trabajadores no sindicalizados se verían afectados porque ellos se benefician de lo que los autores llaman el efecto “amenaza”, es decir, el impacto positivo que las uniones tienen en los salarios de trabajadores no sindicalizados en una industria.
La industria automotriz es un buen ejemplo de esto. Después de la victoria de la UAW en 2023, las compañías fabricantes de automóviles cuyos trabajadores no estaban sindicalizados igualmente les dieron aumentos salariales.
El costo de la pérdida del efecto “amenaza” sería de $31.8 mil millones.
En total, por lo tanto, la prohibición de las uniones laborales en el sector público les costaría a los trabajadores unos $77 mil millones, claramente demasiado para nuestro país.